LA RESURRECCION DEL SPD: milagros de Martin Schulz. Por Jaime Ensignia

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Con 82 millones de habitantes, una población económicamente activa de 42 millones, un percápita de 38.000 euros y una tasa de desempleo de 5,8 % (2016), Alemania representa la principal economía de la Unión Europea (EU) y la cuarta a nivel. Este es el país que se apronta para un nuevo proceso eleccionario que tendrá lugar el próximo 24 de septiembre, cuando ciudadanos y ciudadanas alemanes elijan a los representantes del Parlamento y a la nueva o nuevo Canciller del motor de la Unión Europea. Según el sistema electoral alemán, los parlamentarios elegidos designarán a la máxima autoridad política del país.

Hasta hace menos de un mes y medio, nadie ponía en duda la reelección de la actual Canciller alemana, la representante de la Democracia Cristiana (CDU) y de la Unión Social Cristiana (CSU), Angela Merkel. Pese a las fuertes críticas a su gestión generadas en especial por su política migratoria de puertas abiertas de Merkel por parte de los sectores conservadores de la CSU y del ultranacionalista Partido Alternativa para Alemania (AfD), la Canciller se aprestaba ir a una reeleción de un cuarto mandato sin grandes inconvenientes. Lo que debía ser un mero trámite para la candidata y postergaría, una vez más, las aspiraciones de los otros partidos existentes en la política alemana como el Partido Sociademócrata Alemán (SPD), la Federación 90/Los Verdes, el Partido de la Izquierda (Die Linke), el Partido Democrático Liberal (FDP), y por cierto, el emergente ultranacionalista AfD, ha sufrido un giro inesperado.

Sorpresivamente, el SPD ha sacado una carta debajo de la manga y tiene un nuevo candidato. Se trata de Martin Schulz, una personalidad política con larga experiencia europea, pero con escasa presencia en la escena política alemana hasta ahora. Schulz, de 61 años, político vehemente y orador apasionado en su lucha contra los ultranacionalistas europeos, fue presidente del Parlamento Europeo hasta enero de este año y euro diputado por casi 20 años. La puesta en escena de su candidatura ha estremecido el escenario política alemán, lo que se refleja en el sorpresivo ascenso del SPD en las encuestas en las últimas semanas. Las cifras dicen que con Schulz a la cabeza, el SPD ha subido de un 20% a fines de enero a un 32% en marzo, casi empatando ya con la Canciller Merkel, que roza el 33%. A la luz de estos hechos, algunas analistas hablan de una inédita revolución demoscópica, advirtiendo que esta especialidad va camino a convertirse en una profesión de alto riesgo en la Alemania pre-electoral. Sin embargo, una mirada por procesos electorales recientes en diversos rincones del mundo sugiere que no sólo los encuestadores alemanes son víctimas de escenarios políticos cada vez menos predecibles.

Schulz ha sido elegido por unanimidad por el 100% de los delegados, como jefe del SPD y como candidato a Canciller en el reciente Congreso Extraordinario de este partido realizado en la ciudad de Berlín el 12 de marzo pasado. Con Schulz a la cabeza del SPD, los militantes socialdemócratas parecen camino a recobrar la mística de esta organización política de más 153 años de historia en donde no son pocos los que sueñan con los milagros de San Martin. En la perspectiva de muchos militantes, Schulz abre el regreso al discurso clásico socialdemócrata, apartándose de la era del ex canciller Schröder (1998-2005), de su tercera vía y de la controvertida Agenda 2010. Esta agenda tuvo un marcado acento neoliberal y alejó a importantes sectores políticos y sindicales del SPD. Esta política del canciller Schröder se tradujo en un abandono de los principios clásicos socialdemócratas en beneficio de la exigencias de un proceso globalizador fuertemente influído por el capital financiero internacional y de los intereses del gran capital alemán.

¿Podrá Schulz desbancar a la actual Canciller Merkel? Las respuestas se despejarán a medida que la temperatura electoral se eleve y cuando cada uno de los dos candidatos principales vaya exponiendo sus propuestas, tomando posición frente a los temas de la seguridad interna, el terrorismo y la inmigración. Por lo pronto, ambos están en un empate técnico. El candidato del SPD ha esbozado algunos aspectos de su propuesta, basados en una agenda social, en la lucha contra el terrorismo, en la denuncia implacable contra el nacionalismo, tanto en Europa como en su propio país, señalando con fuerza y claridad, que el partido ultraderechista AfD es una “vergüenza nacional” para la sociedad alemana.

Habrá que esperar un tiempo para ver si Schulz y el SPD logran posicionar su discurso en el seno de la sociedad alemana, arrinconar a una experimentada Merkel e impedir que el Partido de la Izquierda (Die Linke) se levante como una alternativa política que le pueda arrebatar parte importante del electorado de un sector que ha sido esquivo frente a la socialdemocracia en los últimos años. Un posible exito del fenómeno Schulz y este resurgimiento socialdemócrata alemán, daría aires esperanzadores a la famila socialdemócrata europea, que se encuentra al borde de una terapia intensiva de sobrevivencia.