Controversia y legado de Alberto Fujimori y su papel en las elecciones peruanas de 2016. (Parte II-Final). Por Raúl Loli

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Vencido el terrorismo, el siguiente paso debió ser traicionar a los narcotraficantes y destrozar su sistema de producción y comercialización, fue ese el momento del mayor error de Montesinos. La ambición de poder pudo más, porque él era quien recibía los millones que le servían para manejar a congresistas y autoridades del gobierno a su antojo. Muchos creen que Montesinos estaba planeando acabar con el narcotráfico en el tercer periodo presidencial, pero los famosamente llamados “vladivideos” expusieron la red de corrupción que había creado y el escándalo mundial que se generó lo hizo perder el control, ocasionó una insurrección popular que forzó a Fujimori a dejar el gobierno refugiándose en Japón, país del cual también era ciudadano y generó la detención y encarcelamiento de Montesinos.

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La caída de Fujimori, poco después de iniciar su tercer gobierno, ocasionó que el entonces presidente del congreso, Valentín Paniagua, se hiciera de la presidencia provisional y se llamó a elecciones generales que fueron ganadas por Alejandro Toledo en el año 2001. Toledo actualmente enfrenta un juicio por lavado de activos, debido a varios millones de dólares en efectivo y propiedades, cuyo origen no ha sabido explicar.

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De izq. a der. Toledo, García y Paniagua.

Luego vino el segundo gobierno de Alan García, después de la prescripción de las condenas penales, por los supuestos latrocinios llevados a cabo durante su primer gobierno.

Actualmente y hasta el 28 de julio de 2016 la presidencia está a cargo de Ollanta Humala, quien al igual que Toledo y García enfrentaría procesos judiciales por corrupción, enriquecimiento ilícito o lavado de dinero.

Considero que la gente de mi generación tiene una gran deuda con Alberto Fujimori, por varios motivos. El primero y más importante es la notoria pacificación del país. La actividad terrorista fue aplastada y la paz volvió al Perú, con el consiguiente sentimiento de tranquilidad para todos.

Schermata 2016-06-13 alle 21.13.34La industrialización del país que inició Fujimori y que generó un descenso brusco de los niveles de desocupación, permitió que el nivel de pobreza de los peruanos baje de 70% al inicio de su gobierno, al 25% que existe actualmente.

La mitad del país reconoce que Alberto Fujimori cambió radicalmente al Perú; de ser un país devastado por la híper inflación, el sub desarrollo y la pobreza generalizada, ahora es un país emergente, un país de inmigrantes, al que 6,000 personas llegan mensualmente a quedarse a trabajar.

Otro aspecto importante que introdujo Fujimori fue la creación del sistema privado de pensiones, gracias al cual cada peruano recibe una pensión de retiro, acorde con los aportes que produjo durante su vida laboral. Este es un gran cambio y genera un bienestar al que no tuvieron acceso las generaciones anteriores, que estuvieron condenadas a una vejez pobre.

Respecto de los delitos de Fujimori, por casualidad un contrato laboral durante los años que pasé en Canadá, me obligó a estudiar en profundidad la sentencia contra Fujimori por los supuestos delitos cometidos durante su mandato.

Schermata 2016-06-13 alle 21.17.33Con mucha concentración, leí las más de 630 páginas de la sentencia y no encontré ninguna evidencia que sustentara la condena. Todo el razonamiento estaba basado en suposiciones. Ahí descubrí lo que en el Perú se denomina “la tesis de la autoría mediata”. Con esa sorprendente teoría se condenó a Fujimori porque “siendo el presidente del país, estaba obligado a saber todo lo que ocurría a su alrededor y máxime si se trataba de sus asesores inmediatos, por lo que se justifica que sea responsabilizado por los crímenes cometidos por dichos asesores y el personal a cargo de aquellos…”

En fin, los abogados de varios países y yo, quedamos estupefactos con esa teoría. La pobre sustentación y base legal, hacía de la sentencia el esperpento legal más increíble que había llegado a mis manos. Los saltos, volantines y maromas judiciales descritos por los jueces hacían que el documento fuera difícil de leer. Los traductores, estaban permanentemente pidiéndonos a los abogados que teníamos como lengua materna al castellano, ayuda para interpretar lo que ahí se decía.

Todos los abogados involucrados en el proyecto expresaron su sorpresa ante la certeza con que los magistrados peruanos achacaron culpabilidad a Fujimori por la masacre de Barrios Altos, aun cuando había total ausencia de “motive” o móvil, para que un presidente mandara asesinar a personas inocentes, que no tenían función beligerante alguna en la situación que se estaba viviendo; más bien parecía la obra de alguno de los grupos terroristas.

Siendo el único peruano del grupo, pasé vergüenza porque la Corte Suprema de mi país hubiera elaborado y suscrito una sentencia de ese tipo. Los abogados de Canadá y Estados Unidos concluyeron que la tesis de la autoría mediata no tenía cabida en el “common law”, dado que delitos tan serios tenían que ser demostrados por pruebas concretas y ninguna suposición circunstancial era suficiente para condenarlo.

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Por otro lado, los abogados de Alemania y México, cuyo sistema legal es el codificado, al igual que el de Perú, tampoco encontraban suficientes fundamentos de hecho que sustentaran la sentencia.

No puedo dar gran detalle, pero nada bueno se dijo en las conclusiones que emitimos sobre la sentencia que condenó a 25 años de cárcel a Alberto Fujimori. En todos los que participamos quedó la sensación que la sentencia era el resultado de un juicio severamente politizado.

Los logros de Fujimori durante la década que gobernó, generaron en un grupo muy importante de la población una fidelidad y un fanatismo difícil de explicar. Como contrapeso, otra parte importante de la población siente aversión y hasta odio, por todo lo que se relacione con él.

Quienes apoyan a Fujimori, sienten que no importa lo que haya hecho mal, que la corrupción ya existía desde antes, que todo lo bueno que tiene el país ahora se lo debe única y exclusivamente a él, que todo lo malo lo hizo Montesinos, que derrotó al terrorismo, desarrolló al país, desarmó a la izquierda velasquista que tanto odio de clase, pobreza y subdesarrollo trajo, que el país tiene un futuro gracias a él, entre otras cosas.

Quienes lo detestan, piensan que Fujimori fue el culpable de asesinatos de personas inocentes, que es un genocida, que robó literalmente miles de millones de dólares, que extorsionó a muchas personas, que esterilizó a miles de mujeres contra su voluntad, que cerró el congreso y se convirtió en dictador, que creó la corrupción, que convirtió al Perú en un narco estado, que torturó a su primera esposa y madre de sus hijos, que no fue él quien derrotó al terrorismo, etc.

El antifujimorismo tiene la extraña e increíble virtud de unir a todos los que en otras circunstancias serian irreconciliables: comunistas y ultra derechistas, socialistas y conservadores, naturistas y consumistas, corruptos y virtuosos, elitistas y obreros, sufridos y hedonistas, en fin, todo aquel que no está con el fujimorismo está contra él.

Otra característica es que el odio o por lo menos el rechazo se transmite a los hijos de Fujimori. Desde niños los cuatro hijos del ex presidente, Keiko, Hiro, Sachi y Kenji han estado expuestos a un odio tan fuerte, que ni los hijos de los genocidas nazis, verdaderos enemigos de la humanidad, han tenido que enfrentar. La mayor de ellos, Keiko, tenía 15 años cuando su padre fue electo presidente y Kenji, el menor, tenía solo 10 años cuando tuvo que mudarse a vivir a Palacio de Gobierno.

Keiko, Hiro, Sachi y Kenji
De izq. a der. Hiro, Sachi,  Keiko y Kenji Fujimori

Ambos Keiko y Kenji han formado parte de la vida política. Keiko fue congresista y tiene el record de votos que un aspirante al congreso ha recibido en la historia del Perú. Kenji, congresista reelecto, ha sido el congresista más votado de las últimas 2 elecciones.

En mi opinión personal, Fujimori estuvo al tanto de varias de las actividades corruptas de Montesinos. También pienso que debe haber recibido parte del narco dinero, dudo que lo haya ahorrado, debe haberlo gastado o repartido. No pudo haber estado al tanto de las filmaciones que llevaba a cabo Montesinos sobornando o chantajeando a terceros, de otra manera no se hubiera explicado la febril búsqueda que llevó a cabo entre los videos, antes de salir del país. Nadie se explicará nunca por qué no los destruyó todos, cuando pudo haberlo hecho para aplacar parte del escándalo.

Algunos pensarán que soy cínico y claudico de mis principios cuando acepto no protestar porque buscando la victoria, Fujimori y su gobierno tuvieron que pactar con los narcotraficantes. Pienso que la vida de la sociedad civil peruana estaba antes que los principios de no pactar con criminales, que paguen con dinero sucio.

De hecho, considero que los principios de supervivencia son más antiguos que los de moralidad y legalidad. La sociedad civil peruana estaba luchando por sobrevivir. Es muy condenable y lamentable que en esa lucha desesperada contra el terror se cometieran delitos y violaran derechos, sobre todo porque se perdieron vidas inocentes, en ambos bandos.

Nadie ha esbozado una alternativa sobre cómo se hubiera podido combatir y derrotar al terrorismo genocida a lo Pol Pot de Sendero Luminoso. Difícilmente puede un proceso pacífico lidiar con el fanatismo y los métodos maoístas de destrucción de la burguesía, que invocaban los dos movimientos terroristas, justificados por la llamada “lucha de clases”, tan explicada por la doctrina marxista leninista.

Me incluyo entre los que piensan que el cierre del Congreso del 5 de abril de 1992 fue necesario para cambiar la constitución de corte socialista que teníamos y poder tener una constitución liberal que favoreciera la entrada de capitales y la industrialización del país.

El congreso bicameral de aquella época estaba dominado por los diputados y senadores del Fredemo, que se encargaban de tachar las leyes tendientes a continuar con la pacificación del país y cambiar su estructura legal y funcional. Recuerdo claramente que un altísimo porcentaje de la sociedad civil, me incluyo, aplaudimos con entusiasmo la clausura del congreso. Así, Fujimori modernizó el Estado y nos puso en el camino de salir del nivel patético de pobreza en que vivíamos, creando las bases para formar un país emergente y competitivo donde antes había un Estado quebrado.

Schermata 2016-06-13 alle 21.45.10Los gobiernos de Paniagua y Toledo generaron una “cacería de brujas” cuyo capítulo más negro fue la persecución criminal y encarcelamiento de varios de los miembros del comando “Chavín de Huántar”, quienes sorprendieron al mundo cuando rescataron a los secuestrados en la embajada del Japón. En la acción, murieron todos los secuestradores, miembros del comando de aniquilamiento del MRTA, incluido su líder, Néstor Cerpa.

Muchos sostienen que los derechos humanos no significan nada, si no están diseñados para proteger a la sociedad civil del maligno accionar de los extremistas, fanáticos y delincuentes que la quieren atacar o destruir.

La mafia que organizó Montesinos fue oprobiosa desde todo punto de vista, pero no nos engañemos, la corrupción en el Perú nació con el virreinato, no nos ha abandonado nunca y quién sabe si algún día lo hará. Tal vez la mayor diferencia entre el gobierno de Fujimori y los de sus predecesores y sucesores sea que Montesinos filmó la corrupción y así es como el mundo vio, con sus propios ojos, cómo funciona la compra venta de conciencias.

El narcotráfico está en la sociedad y economía peruanas desde hace muchas décadas. No es algo de lo que debemos enorgullecernos. Su erradicación será un proceso de muchos años, más bien se requerirán décadas. La hoja de coca forma parte de la cultura andina, así ha sido durante siglos y no será fácil hacer que esto cambie. La infinita demanda por la droga que genera el mundo desarrollado y la inmensa recompensa recibida, convierten a la cocaína refinada en verdadero oro blanco, constituyéndose en un verdadero cáncer para la economía de los países que la producen, ya que si bien genera dólares en abundancia, trae consigo sicariato, delincuencia y un elevadísimo e insostenible, índice de criminalidad.

Las elecciones presidenciales de 2016 constituyen el ejemplo de cuanto se puede polarizar una elección presidencial en el Perú, cuando uno de sus participantes lleva el apellido Fujimori.

Quienes consideran que Keiko Fujimori es un peligro para la democracia, la potenciadora de la corrupción y el narcotráfico no saben explicar bien sus argumentos, pero insisten férreamente en sus acusaciones. Cierto es que, con la experiencia electoral del 2011, en la que fue derrotada en segunda vuelta por Humala, Keiko debió prever el linchamiento mediático que se le venía y apartar de su entorno a cualquier persona que enfrente una investigación, mucho más si esta es por lavado de activos.

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Ante un entorno cuestionable y con el apoyo de toda la prensa hablada y escrita nacional, el grupo de Pedro Pablo Kuczynski (PPK) lanzó una y otra vez las acusaciones de “enemiga de la democracia, lideresa de narcotraficantes, propulsora del narco estado, pilar de la corrupción, amiga de las esterilizaciones forzadas, reina del autoritarismo”. Repetidas una y otra vez por PPK, su equipo y toda la prensa, las acusaciones impactaron severamente el favoritismo de Keiko Fujimori.

La constante del antifujimorismo se cumplió y todas las fuerzas políticas no fujimoristas del Perú se aliaron, organizaron marchas y protestas, en el Perú y en el exterior, para finalmente derrotar a la candidata del Fujimorismo por escasas decimas de uno por ciento.

Schermata 2016-06-13 alle 21.41.35En este resultado no estuvo ausente la “mano negra” del gobierno del impopular presidente saliente Ollanta Humala. Treinta horas antes de la elección se emitió una orden, prohibiendo el voto de 190,000 policías quienes en un 90% iban a votar por Keiko Fujimori, ya que en su plan de gobierno incluyó la restitución de los privilegios que les habían sido arrebatados por el gobierno de Humala. Siendo que la diferencia entre los candidatos es de menos de 15,000 votos, la prohibición del voto policial alcanza las dimensiones de un escándalo que seguramente tendrá un lugar en la historia electoral del Perú.

A pesar de todo, el Fujimorismo ejerce el control absoluto del congreso y ningún cargo de importancia puede otorgarse sin su consentimiento. El régimen presidencial que existe en el Perú, exige que el presidente obtenga el permiso del Congreso, hasta para hacer un viaje al exterior.

El Congreso no tiene la facultad de iniciativa de gasto, pero el presupuesto general de la República requiere de su aprobación para poderse implementar. En caso de discrepancia con el presidente sobre la aprobación de una ley, es la decisión del Congreso la que prevalece.

Todos los peruanos deseamos un gobierno exitoso, que permita que los que tienen menos sigan mejorando su nivel de vida. El fantasma del modelo que propugna la izquierda comunista debe alejarse y ningún conflicto o sentimiento personal debe anteponerse al desarrollo de nuestro país.

El Perú enfrenta tiempos de incertidumbre, este 28 de julio el gobierno será asumido por Pedro Pablo Kuczynski, quien tiene una representación insignificante en el congreso. La concertación será el puente que permita que las fuerzas políticas logren el gobierno viable y exitoso que el país en pleno requiere.

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