La Unión europea ha confiado su desarrollo en el pilar comercial, ha contribuido al nacimiento de la OMC – Organización Mundial del Comercio (1995). No obstante el estancamiento de este organismo en las negociaciones multilaterales de Doha, la Comisión europea ha continuado a desarrollar el campo comercial a nivel regional y también bilateral. Gracias a la confianza en el comercio, se debe su desarrollo, el desarrollo de su mercado único, a nivel interno y su proyección exterior, dos armas que unidas son un dínamo en la economía.

Esto ha sido posible gracias a la cesión de soberanía que los países miembros han otorgado a la Comisión europea, la cual, establece estas relaciones, así como, es la que elabora la normativa dirigida a la conformación de un perfecto mecado único. El comercio trae beneficios pero es también un elemento que ha acompañado la difusión de valores y cumplimiento de otros derechos como son los derechos humanos, incluso el respeto medioambiental, como está previsto en los Acuerdos suscritos.

Por medio de sus acuerdos ha eliminado las barreras al comercio como son las reducciones arancelarias, integrando muchos paises a la economía internacional, un mercado interesante, el europeo, que ofrece opciones de crecimiento a cualquier país asociado. Los numerosos acuerdos bilaterales y regionales se han multiplicado favorablemente.

El primero de los acuerdos de libre comercio suscritos, denominados, de nueva generación fue celebrado con Corea del Sur vigente desde el 1 de julio de 2011. Tenemos el Acuerdo que debió ser con la Comunidad Andina, denominado Acuerdo Comercial Multipartes entre la Unión y Colombia y Perú, al cual se acaba de adherir Ecuador, quien inicialmente se opuso y aún se sigue oponieno Boivia, este acuerdo se aplica provisionalmente desde 2013; el Acuerdo de Asociación con los países de América Central, cuyo pilar comercial se ha venido aplicando de forma provisional desde 2013, el Acuerdo Económico y Comercial Global (AECG) UE-Canadá, firmado el 30 de octubre de 2016 en la cumbre UE-Canadá, el ALC UE-Singapur, cuyas negociaciones concluyeron en 2014, y el ALC UE-Vietnam, cuyas negociaciones culminaron a finales de 2015; el recientemente aprobado acuerdo con Japón. 

En camino está la modernización del acuerdo con Chile y con México.

Tenemos también proyecto frustrados como las negociaciones suspendidas con los EE. UU. sobre la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (ATCI).

Hay negociaciones abiertas con Indonesia y Túnez, con Filipinas, Australia y Nueva Zelanda así como con Malasia, Tailandia y la India. La Unión ha abierto asimismo negociaciones para la celebración de tratados bilaterales de inversión independientes con China y Myanmar/Birmania, y buscará la posibilidad de abrir negociaciones similares con Taiwán y Hong Kong. Se sopesará la apertura de negociaciones con Irán una vez que este último se haya adherido a la OMC.

Un gran mercado, con 500 millones de consumidores da espacio para tantos productos, bajos aranceles y crecimiento económico.

Fuente: La Unión Europea y sus Socios Comerciales, Mario Damen / Jakub Przetacznik 06/2017. Parlamento europeo.

Foto: Amanecer en Bruselas. @irecavarren