JUNTOS PODEMOS ENFRIAR EL PLANETA. Por Acción por la Biodiversidad

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JUNTOS PODEMOS ENFRIAR EL PLANETA

Mi nombre es Rosalía, vivo en Pernambuco, al norte de Brasil y me dedico al cultivo de una pequeña parcela de tierra en la que produzco frutas, cacao, café y también crío animales de granja.
Como yo millones de campesinos y campesinas en todo el mundo trabajan su tierra …
Sergio en Asia, Marco en África, Manuel en México producen frutas, verduras, huevos y carnes en sus pequeños campos y granjas.
Estamos acá para hablar del calentamiento del planeta. El planeta se está calentando por el exceso de emisiones de Gases de Efecto Invernadero. Estas emisiones se deben fundamentalmente a: la quema de combustibles fósiles y a la pérdida y descomposición de la materia orgánica del suelo. Seguro que has escuchado hablar de esto.
Lo que seguramente no sabes es qué relación tiene el calentamiento del planeta con el sistema alimentario. De eso queremos hablarte.
El calentamiento de la Tierra está produciendo una crisis climática que tiene consecuencias terribles para todos los habitantes del planeta.
Inundaciones, Sequías y otros fenómenos atmosféricos nos afectan a todos.
Casi la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero son generados por el sistema agroindustrial de producción de alimentos.
Esto se debe a seis impactos sobre el planeta del Sistema Agroindustrial: DEFORESTACIÓN; PRODUCCIÓN AGROINDUSTRIAL; TRANSPORTE; PROCESAMIENTO; REFRIGERACIÓN Y DESECHO DE ALIMENTOS. Veamos cada una.

1 La deforestación.

En primer lugar la agricultura industrial ocupa tierras fértiles para sus monocultivos, acaparando millones de hectáreas.
Para disponer de estas tierras se deforestan enormes superficies de sabanas, humedales y bosques.
En el proceso se queman árboles y la materia orgánica de los suelos que los sostienen. La pérdida de materia orgánica libera dióxido de carbono, uno de los principales gases de efecto invernadero, que acaba así en la atmosfera.
La expansión de la frontera agrícola es responsable del 70 a 90% de la deforestación mundial. Esto provoca entre el 15 y 18% de las emisiones globales de gases.

2 La producción

Para producir en esos campos la agricultura industrial utiliza tractores y maquinaria agrícola que consumen gasolina, es decir queman combustibles fósiles.
Los monocultivos exigen el uso de fertilizantes y agrotóxicos. Especialmente la producción de fertilizantes químicos requiere grandes cantidades de combustibles fósiles. Y su utilización intensiva echa grandes cantidades de óxido nitroso – otro potente gas de efecto invernadero – a la atmosfera.
Como las tierras se ocupan con monocultivos, a los animales se los encierra para su cría intensiva. Esto produce exceso de excremento concentrado. El excremento libera gas metano, otro de los gases de efecto invernadero.
Los monocultivos, la cría intensiva de animales y la producción y uso de fertilizantes y agrotóxicos son responsables de aportar entre un 11 a 15 % del total de las emisiones globales.

3 El transporte

El sistema alimentario industrial obliga a que las materias primas y productos recorran grandes distancias, casi parece una agencia mundial de viajes que pasea los alimentos.
Los ingredientes empleados pueden cultivarse en Argentina, como la soja para alimentar gallinas en China, que producen huevos que son exportados a Hong Kong o carne que es consumida en EEUU.
Mucha de nuestra comida, producida en condiciones industriales en lugares lejanos, viaja miles de kilómetros antes de arribar a nuestro plato. El transporte quema combustibles fósiles.
Estimamos que el transporte de alimentos es responsable de un 5-6% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero.

4 Procesamiento y envasado

La industria alimentaria transforma los alimentos en comidas y bebidas listas para consumir y colma las estanterías con productos procesados y presentados en cientos de formatos y marcas diferentes, que nos impone mediante su agresiva publicidad.
El procesamiento de los alimentos consume una enorme cantidad de energía que provoca gases de efecto invernadero. Lo mismo ocurre con el envasado de estos productos.
Entre un 8-10% del total de los gases que calientan nuestro planeta provienen del procesamiento y envasado de los alimentos industrializados.

5 Refrigeración y supermercados
Una vez que la industria alimentaria ha transformado los alimentos en estos tentadores productos listos para consumir se torna indispensable la refrigeración para su venta en grandes supermercados.
Esto añade otro 2-4% a las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

6 Despilfarro

Finalmente, y aunque parezca increíble, el sistema alimentario industrial desecha casi la mitad de la comida que produce. Esto sólo se explica porque su objetivo no es alimentar a la gente, si no la búsqueda de rápidos beneficios económicos.
Se desechan alimentos en los campos porque no tienen las medidas que requieren las grandes empresas alimentarias, en el largo viaje de las fincas a las bodegas intermediarias, entre las bodegas y los procesadores y también en el comercio al menudeo y los restaurantes.
Mucho de este desperdicio se pudre en las pilas de basura y los rellenos sanitarios, produciendo cantidades importantes de gases de efecto invernadero.
La gran mayoría de los desperdicios orgánicos vienen del sistema alimentario, y son causantes de entre 3 a 4% de las emisiones globales.
O sea: alrededor de la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero vienen del sistema alimentario industrial! Que se puede hacer?

Nosotros tenemos algunas ideas al respecto que queremos compartir con vos.
La soberanía alimentaria: 5 pasos para enfriar el planeta y alimentar a su gente.
Escuchen atentos lo que sigue: La buena noticia es que tenemos soluciones. Nutrir el suelo; Cultivo agroecológico; Producción local; La tierra para los campesinos y campesinas; Rechazar las falsas soluciones. Así los campesinos y campesinas podemos enfriar el planeta.

Cuidar la tierra
Lo primero que se necesita es devolver a la tierra la materia orgánica extraída por los procesos de producción agroindustrial durante todo el siglo XX.
La relación entre la producción de alimentos y el clima depende del manejo de los suelos. O como decimos nosotros “somos hijos de la Madre Tierra”
Las prácticas agrícolas insustentables destruyeron buena parte de la materia orgánica en los suelos y es responsable de entre el 25 al 40% del exceso actual de dióxido de carbono en la atmósfera.
Podemos devolver al suelo este dióxido de carbono si incrementamos la materia orgánica restaurando las prácticas que las comunidades campesinas mantuvieron por muchas generaciones: la cobertura de los suelos, la rotación de cultivos, el barbecho, la integración de animales en la finca…..
Además, la materia orgánica es la vida de las tierras agrícolas: da fertilidad, crea una esponja que absorbe agua cuando hay mucha y la retiene cuando hay poca. Es la base para alimentar mejor al mundo.
Agricultura natural: eliminar los tóxicos
La segunda solución es abandonar el uso de agrotóxicos y sustancias químicas en la agricultura y promover modelos de producción agroecológica de base campesina basados en cultivos diversificados y sistemas agrosilvopastoriles.
El uso de agroquímicos por la agricultura industrial aumenta todo el tiempo debido a que los suelos se extenúan y las plagas y las malezas se vuelven inmunes a los insecticidas y los herbicidas.
Los campesinos y campesinas en todo el mundo mantenemos saberes y una diversidad de semillas, cultivos y animales para producir alimentos sin utilizar químicos.
En nuestras fincas no hay suelos desnudos. Cultivamos en la chacra, verduras y frutas. Criamos animales y con sus excrementos preparamos abono y nutrimos los suelos. La vegetación silvestre es fuente de alimento, medicina, fibra textil y madera. Para nosotros no hay malezas, cada elemento se vincula y nutre al sistema.
Hay que cortar la economía de la carne industrial! No solo es una de las causas de la crisis climática sino que también está detrás de la epidemia de la obesidad que muchos países están sufriendo.
Necesitamos una agricultura que vuelva a integrar la producción animal y vegetal, y parar el consumo excesivo de carne que la industria alimentaria nos impone.
Las Naciones Unidas ha calculado que podríamos duplicar las cosechas en el mundo si apostamos por la agricultura natural, la agroecología y los saberes locales!
Eliminar transporte y priorizar los alimentos frescos
La tercera solución para enfriar el planeta es reducir el kilometraje que recorren los alimentos. Se debe promover el consumo de alimentos frescos a nivel local.
La lógica corporativa de transportar alimentos por todo el mundo y de regreso ¡es un despropósito!
Este sistema agroindustrial globalizado, orientado a producir materias primas agrícolas de exportación y la venta de alimentos congelados en los supermercados, es el principal responsable de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Es imperativo reducir las emisiones, reorientando la producción alimentaria hacia mercados locales, alimentos frescos y saludables, alejándose de la comida procesada.
Lograrlo es, quizá, la lucha más dura de todas, porque las corporaciones y los gobiernos están muy implicados en expandir el comercio internacional de alimentos y bebidas.
Frenar las mega granjas y devolver la tierra al campesinado
La cuarta solución para enfriar el planeta es restituir la tierra a los campesinos y campesinas para que produzcan localmente con prácticas agroecológicas y frenar las mega-granjas y los latifundios.
En los últimos cincuenta años, unos 140 millones de hectáreas de tierra fértil fue acaparada por solo cuatro monocultivos industriales que se siembran en enormes plantaciones: soja o soya, palma aceitera, canola y caña de azúcar.
Estos monocultivos van de la mano del acaparamiento de tierras por corporaciones o Estados que día a día agravan la situación de nuestras comunidades, expulsándonos y desplazándonos de nuestros territorios.
Hoy, los campesinos y pequeños productores estamos apretujados en menos de una cuarta parte de toda la tierra agrícola pero continuamos produciendo la mayor parte de los alimentos del mundo: 70a80% de la comida en los países no industrializados.
Los campesinos producimos alimentos sanos con mayor eficiencia que los monocultivos industriales y con prácticas mucho más amigables con el planeta.
Entonces, la redistribución mundial de las tierras a través de una reforma agraria integral y popular en beneficio de los pequeños agricultores es una medida indispensable para poder reducir las emisiones.
Rechazar las falsas soluciones!
La quinta solución es rechazar y desenmascarar las falsas soluciones ofrecidas hasta ahora para resolver el problema del calentamiento global y, en cambio, promover lo que sí funciona.
Las cumbres internacionales admiten que el sistema agrario y alimentario es un agente importante de emisiones de gases de efecto invernadero y que el cambio climático implica tremendos retos para nuestra capacidad de alimentar a una población global creciente.
Sin embargo no hay ninguna voluntad política de desafiar el modelo dominante de producción y distribución industrial de los alimentos:
Los gobiernos y las grandes empresas nos siguen proponiendo falsas soluciones, ahora vestidas de verde. Así se presentan peligrosas tecnologías como los proyectos de geoingeniería a gran escala, los nuevos cultivos transgénicos que “prometen” resistir la sequía, y la imposición de los agrocombustibles.
Lo llaman “Agricultura Climáticamente Inteligente” pero en el fondo son propuestas tecnológicas y comerciales que no hacen nada para eliminar las causas de la crisis climática. Es más bien climáticamente estúpida!
Ninguna de estas “falsas soluciones” puede funcionar. La única solución efectiva es abandonar el sistema agroalimentario industrial gobernado por las corporaciones, recuperar los sistemas alimentarios locales en manos de las comunidades campesinas e implementar políticas de apoyo a la producción y abastecimiento local.
Como dijimos antes “Nosotros podemos enfriar el planeta” pero para ello necesitamos de tu compromiso.
Por eso invitamos a todos los hombres y mujeres del planeta a participar. Esta lucha no solo es de los campesinos. También es de la gente en las ciudades, los consumidores, y los ciudadanos del mundo en general. 
Creemos alianzas entre movimientos sociales, forzemos a que los gobiernos cambien sus posturas y desmantelemos el sistema de alimentación industrial no usando sus productos. 
Pero posiblemente lo más importante: continuemos entre todos creando nuevas soluciones y reforzando las alternativas que ya están en nuestros manos!
JUNTOS PODEMOS ENFRIAR EL PLANETA!